lunes, mayo 07, 2007

La Rusia de Putin

Desde Europa criticamos con la boca pequeña las autoritarias actitudes de Putin contra todo signo de disidencia, contra todo signo de separatismo, contra Chechenia. Sin embargo nos arrodillamos ante él cuando se empieza a cortar el grifo del gas. Rusia quiere parecerse a Europa en muchas cosas, pero en otras sigue queriendo ser diferente. Cómo puede ser un político como Putin, quien poco a poco está llevando el país a la autocracia, tenga el respaldo que tiene? Son varias las razones, a mi entender. El sábado pasado pusieron pusieron en tv3 un reportaje de la serie "30 minuts" acerca de esta nueva Rusia. Fue el detonante de las reflexiones que hice a continuación.

Entender el ascenso de Hitler en Alemania, nos puede ayudar a entender el ascenso de Putin en Rusia. No pretendo comparar ambos personajes radicalmente diferentes en muchos aspectos desde luego. Lo que trato de comparar es ambos ascensos al poder. Como un pueblo se entrega a un líder de forma tan ciega, a un patriotismo exacerbado, en Rusia ya se cantan canciones en las que loan a Putin, el hombre que ha levantado Rusia de la miseria. Pero... recapitulemos.

Rusia tiene un pasado glorioso, un pasado imperial. La Alemania de Hitler también lo tenía, era el Imperio Prusiano, para Rusia la Unión Soviética. Ambos imperios cayeron de forma humillante y repentina, sumiendo al país en una crisis económica sin precedentes. Y luego apareció un hombre. La economía remontó, el ejército empezó a recibir fondos de nuevo, el orgullo herido se iba a restaurar. El precio a pagar era el orden, la obediencia. Pero no importaba porque la alternativa era la miseria. Siempre es preferible obedecer a morirse de hambre.

Se trata pues de recuperar el pasado hasta cierto punto, en la parafernalia, en sus virtudes, en la exaltación patriótica. Rusia tiene ahora algo que la URSS en sus peores días no tenía pues los EEUU se encargaron mucho en evitar. Los elevados precios del petróleo y el gas. Ambos recursos empezarán a escasear en las próximas décadas, sin embargo son abundantes en Rusia, lo que garantiza una lluvia de divisas creciente que sin duda está ayudando a Putin a remontar el país. Precisamente la crisis económica soviética fue la gran baza que los EEUU contribuyeron a agravar mediante sus aliados saudíes, bajando en todo lo posible el precio del petróleo. Esto en el futuro venidero no va a ser posible ya que los recursos energéticos simplemente se agotan y la inexorable ley de la oferta y la demanda va a hacer que los precios sigan subiendo.

Se le pueden criticar sus maneras, se le puede criticar su autoritarismo, pero no su inteligencia. Si Yeltsin y su amigo Chubais vendieron Rusia a precio de saldo al mejor postor, Putin ha expulsado a los magnates que estaban saqueando el país para poner las empresas de la energía al servicio del estado, porque ese va a ser el futuro y la gran baza geoestratègica de Rusia. Hay ciertas cosas que no se tocan, y la más importante de ellas es la energía.

En la época de Yeltsin pocos hubieran dado un duro por Rusia. Sin emabargo dadas las circunstancias conviene tener cada vez más y más en cuenta a este actor. Su potencial industrial y tecnológico es enorme... conviene olvidarse del tópico ese de.. maquinaria obsoleta soviética. Si un país como Rusia va a recuperarse económicamente la capacidad de influencia va a ser mucho mayor en términos de desarrollo científico técnico que el que puedan suponer la India o China aun cuando su peso demográfico sea mucho mayor. En el próximo post pondré uno de los memorables ejemplos de esto. El proyecto Energiya. A alguien le sonará.

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viernes, mayo 04, 2007

The War Game y el riesgo de la complejidad social

Bueno, tras dos semanas de ausencia casi obligada por mis estudios vuelvo a las andanzas, a este blog que nadie parece leer pero en el que vuelco toda mi saña. Los estudios me han apartado pero me han mantenido ocupado en cosas que tienen algo que ver con los temas que trato aquí. Por lo que me servirán para ir comentando bastantes cosas más adelante. Pero todo llegará. El título de este post reza con el nombre de un film en formato falso documental producido en los años 60 por la BBC. The War Game. En él se narra la posibilidad cierta y prevista por las autoridades de la época de una guerra a gran escala entre fuerzas de occidentales y soviéticas. El foco de la conflictividad es el sudeste asiático pero rápidamente la crisis llega a Berlín, el termómetro de la guerra fría. Finalmente los enfrentamientos entre fuerzas soviéticas y occidentales en Berlín son inevitables, la guerra escala llegando al intercambio nuclear con las bombas de la época, es decir con rendimientos de entorno a un megatón. Bastante bajos si los comparamos con los actuales, de 10 a 20 megatones, pero también bastante altos comparados con los apenas 20 kilotones de Hiroshima y Nagasaki.


El film está rodado en blanco y negro pero la crudeza de las imágenes para una audiencia nada acostumbrada provocó ciertas restricciones a la hora de difundir el documental. No sería hasta los años 80 cuando se rodarían dos films más The Day After (El día después) de la ABC y Threads de la BBC, este último imitando el estilo de su predecesor. Una de las cosas que me sobrecogió al ver Threads es el punto caliente que desata el conflicto, Irán. No me pregunten porqué.

Las tres películas son muy recomendables y lejos de repetirse se complementan muy bien aportando cada una datos y aspectos relevantes de las consecuencias que podría tener para la humanidad un conflicto de esta naturaleza. En todos ellos hay escenas francamente memorables tanto por su crudeza como por la capacidad que tienen de ponernos los pelos de punta y hacer que cuando acabemos de visionarlas nos miremos el mundo que nos rodea de una forma diferente. Recomiendo para los que quieran ampliar conocimientos que se pasen por el artículo de la wikipedia: Efectos de las armas nucleares.

El mundo es más frágil de lo que pensamos y existen muchas amenazas para una civilización como la nuestra tan interdepentiente y tan dependiente de los recursos energéticos vitales para mantener el mundo en marcha.

Nuestra sociedad ha evolucionado tanto que se han especializado sus partes. Ahora son cada vez más interdependientes y cuanto más tiempo pasa más especializadas son. Nuestra evolución cultural en el fondo es como la evolución biológica solo que avanza mucho más rápido. 5.000 años de cambios biológicos son una nimiedad sin embargo 5.000 años de cambios culturales son una enormidad.

Las células primordiales podían vivir bien por separado, aunque lo hacían mejor juntas, en colonias. Esto mismo le pasó en sus inicios a nuestra especie. Pero nuestra sociedad compleja globalizada se asemeja más a un gran organismo pluricelular. La sangre es la energía, capitalizada casi por entero por los recursos fósiles, en particular el petróleo. Es la savia que mantiene vivo al árbol, la sangre que recorre nuestra sociedad, que nos alimenta. Que alimenta a cada parte. Algunas partes del organismo son vitales y si muere una mueren todas las demás. Esto, cada día que pasa es más real y una perturbación en una de las partes puede repercutir cada vez con más fuerza en el todo. Internet y las nuevas tecnologías no hacen sino agravar esta situación de vulnerabilidad social. Y lo peor de todo es que la amenaza ni siquiera tiene porque venir de nosotros mismos. Cuanto más aumenta la complejidad mayor es el riesgo de colapso total del sistema. Así mismo al crecer hemos incrementado nuestras necesidades energéticas. Nuestro cuerpo demanda más comida, sin embargo nuestra madre, la madre Tierra, no tiene muchas más reservas. Hemos encontrado su despensa, la estamos vaciando y crecemos a su costa, pero es un círculo vicioso que terminará en seco algún día. Comemos más porque crecemos y crecemos porque encontramos nuevas reservas de comida abundante. Pero ahora que el chollo se acabará. ¿Qué haremos?

No quiero ni imaginarlo.

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