domingo, marzo 12, 2006

Hace 2 años el 11M, 4 años y medio el 11S, seguimos camino al apocalipsis

Hoy se cumplían dos años del atentado terrorista más grave de toda la historia de España. Hablo del 11M naturalmente. Atentado que se cometió justo 2 años y medio después del 11S. Muchas cosas canviaron desde el 11S, sin embargo pocas han canviado desde el 11M. Pero el hecho incontestable es que, con o sin atentados, seguimos con paso firme y seguro hacia el apocalipsis. He decidido rebautizar el blog aprovechando que empiezo a aprender un poco a editar esto de las plantillas. Sigo siendo bastante inútil pero espero que se me disculpe, siempre había leido que lo importante de los blogs es el contenido aunque una mejor imagen nunca viene mal, nos iremos esforzando. Pero no nos desviemos del tema.

Camino al apocalipsis pretende ser un compendio de las noticias y reflexiones sobre lo que ocurre en la escena internacional. Serán comentarios sobre todo aquello que en mayor o menor medida nos conduce inexorablemente a la mayor crísis de la humanidad desde que el hombre es hombre. Se que suena apocalíptico, nunca mejor dicho, pero la dura realidad se nos esconde a diario y conviene hacer el sano ejercicio de darse cuenta de que nuestro mundo tal y como lo conocemos llega a su fin.

Existen lo que yo llamo los tres problemas capitales de la gobernabilidad mundial. Un día entraré a fondo en lo que significa el término gobernabilidad pero hoy no estoy para contar esa historia.

Problemas capitales:

1.- El agotamiento energético

2.- El deterioro medioambiental

3.- Las desigualdades crecientes


Ni siquiera cito el terrorismo internacional, tan de moda hoy día, no porque no sea un problema importante sino porque no es más que un síntoma, reflejo de los tres problemas capitales que aquejan a nuestra sociedad global.

Los tres problemas van de la mano, no se puede entender ninguno de ellos sin los otros dos y combinados nos van a conducir al colapso de nuestra civilización si no se hace nada para prevenirlo. Si es que se está aun a tiempo de prevenir algo, cosa que yo dudo.

Repasemos unos cuantos "puntos clave" del siglo XX y XXI que nos permitirán entender en todo su contexto los sucesos del 11S y del 11M parecidos pero diferentes a su vez. Hay un antes y un después de la Segunda Guerra Mundial, eso nadie lo duda. Con el fin de la guerra emergen dos nuevas potencias, los EEUU y la URSS. Pero no emergen en igualdad de condiciones. La URSS sufrirá tratando de reconstruir su tierra asolada por la invasión nazi mientras que los EEUU ven como la guerra les sacó de una depresión que amenazó con socabar las bases de su economía de mercado.

El fin de la guerra y las dos bombas a Hiroshima y Nagasaki también es muy representativo de la nueva época que comienza, la Era Atómica. Por primera vez podemos afirmar sin tapujos que somos capaces de producir el apocalipsis en la Tierra nosotros mismos sin necesidad de un meteorito u otra catástrofe cósmica. Esta nueva situación sentó las bases de la política de disuasión nuclear que tan buenos resultados dio, si es que se pueden decir buenos, durante la guerra fría.

Durante todo ese tiempo los EEUU tuvieron en lo militar a un rival con cara y ojos al que se le exageró su peligro con tal de incrementar los nunca suficientes presupuestos de defensa norteamericanos. Finalmente la agotada URSS sucumbió incapaz de sostener por más tiempo el desmesurado gasto en "defensa".

La era atómica es también la época del apogeo del petróleo. De la dependencia cada vez mayor de occidente respecto de las fuentes de energía fósil que por su naturaleza son básicamente finitas a corto o medio plazo. Aunque durante un tiempo EEUU fue el mayor productor de crudo del mundo la situación empezó a cambiar tras la Guerra. Se encontraron entonces las ingentes reservas de Oriente Medio lo que permitió que la disminución del crecimiento en la extracción de crudo por parte de EEUU se viera compensada por un aumento en las importaciones de crudo de esa región. También Rusia empieza a explotar sus pozors proveyendo de Gas y crudo a la totalmente dependiente Europa. A principios de los 70 EEUU llega por fin a su pico de extracción, es decir, al punto máximo a partir del cual la producción de barriles de crudo solo puede disminuir. Esta situación, nueva hasta la fecha, disparó la dependencia con el exterior. Por aquel entonces EEUU ya importaba más de un 20% del petróleo que consumía y esa proporción seguía creciendo a cada año que pasaba. Cuando la OPEP decidió cortar el grifo a occidente con motivo del apoyo a Israel en la Guerra del Yom Kippur se evidenció la enorme dependencia que las naciones modernas tenían con el petróleo. Los precios se dispararon y la crisis se hizo inevitable.

EEUU cobró conciencia entonces de la necesidad imperiosa de estrechar sus lazos con Oriente Medio tratando de ganarse el mercado de las importaciones de varios países de la Zona. La Monarquía Saudí, el Sha de Irán y el régimen Baasista iraquí que acabaría llevando al poder a Saddam Husein. Tres títeres para tres países. Con los yacimientos de oro negro bajo control EEUU ya podía por fin respirar tranquilo... ¿o no?

Bueno, pues las cosas empezaron a torcerse de nuevo en 1979 con el derrocamiento del Sha de Persia en Irán y la toma del poder del Ayatolá Jomeini. El enfado en EEUU no podía ser mayor, habían perdido de un plumazo a un aliado indiscutible. No tardaron en apoyar el ascenso de Sadam al poder y en darle todo lo que precisó para su guerra contra Irán. Estos fueron los años en los que Sadam era el bueno de la película. Acabada la guerra de Irán vendrían los desengaños con Husein quien se creería con carta blanca y provaría suerte esta vez con el indefenso Kuwait.

La operación de la ONU para expulsar a Irak de tierras kuwaities permitió a EEUU incrementar sus lazos con Arabia Saudí país en el que se veía cada vez con más recelo la presencia de las bases estadounidenses en suelo sagrado del Islam. Durante todo este tiempo la dependencía de EEUU respecto a las importaciones de crudo, sobretodo crudo saudí, se incrementó hasta llegar a más del 40% a principios de los 90. EEUU para bien o para mal iba a supeditar sus acciones de política exterior de los proximos años a la pervivencia del Status Quo conseguido en Oriente Medio. En los 90 perdió el control de Irak pero su derrota permitió el desmantelamiento de fuerza y dejó al país desnudo ante el siguiente capítulo de la historia.

El creciente consumo de EEUU y los cada vez menores incrementos de producción y descubrimientos de yacimientos en Arabia Saudita empezaron a obligar a la administración estadounidense a plantearse una hipotética invasión de Irak. El Imperio necesitaba más pentróleo. Ni siquiera el suculento caramelo encontrado en Venezuela iba a ser suficiente para una economía, la americana, que se había convertido con creces en la más contaminante y derrochadora del planeta.

Por aquel entonces unos estudiantes fanáticos salidos de las Madrasas islámicas se hacían con el poder en Afganistán quedando por fin con las manos libres para proseguir con su yihad cuyo enemigo mortal e infiel ya no era la URSS. Casi todas las ayudas que la CIA había enviado a los muyahidines afganos vía Pakistán se había canalizado en una sola dirección gracias a la labor de intermediación del país, Pakistán, que compartía etnia Pastún con los vencedores del conflicto. Solo quedaban unos pocos rebeldes uzbecos en lo que se conocía como la Alianza del Norte. Pero mientras el que las mujeres afganas vivieran en condiciones miserables o se destruyeran tesoros de la humanidad como los budas de Bamiyan no era asunto ni de EEUU ni del mundo que cuando se mencionaba el nombre de ese país miraba siempre hacia otro lado.

Entonces llegó el 11S y los focos se centraron en Afganistán, en Bin laden, en el mulá Omar pero... En Washington ya andaban pensando en como aprovechar esa situación para hecharle el guante a Irak y a partir de ahí Siria e Irán. Era un plan maestro, nada podía salir mál. Irak iba a ser la cabeza de puente de lo que de puertas a fuera denominarían democratización de Oriente Medio mientras que de facto se iba a tratar del dominio total de la región para asegurar las cada vez más escasas reservas y lo que es más importante, para auyentar posibles tentaciones de otros jugadores no deseados como China, Rusia y Europa. Lo cierto es que a Irak le faltaba poco ya para que fuera levantado el embargo y habían empezado a vender sus cupos de crudo con el programa petróleo por alimentos. Sadam tenia pensado usar como moneda el recién nacido Euro cosa que sin duda perjudicaría al estable Dólar.

A la aventura americana se sumó gustosamente Blair y Aznar. Otros como Berlusconi o Barroso no quisieron salir en la foto. La invasión de Irak la realizó la coalición anglo-americana pero la ocupación sobre el terreno se quiso compartirla con toda una serie de países comparsa que devían saldar sus deudas con EEUU. El caso de España sin embargo fue singular. Nos sumamos a ese carro gustosamente sin recibir nada a cambio. Es más, nos pusimos en la línea de fuego sin tomar medidas al respecto cosa que sí hicieron el Reino Unido y EEUU. Tomar medidas hubiese sido dar la razón a todos aquellos que protestaban contra la guerra. Lo cierto es que de aquella guerra prácticamente todo salió mal.


El 11M fue nuestro castigo pero no cambió nada en el panorama mundial. Las cosas siguieron igual aunque sin España metida en la locura de Irak. EEUU, en cambio, se encuentra en la misma tesitura que antes del 11M. Si desean seguir siendo el poder global que han sido durante la segunda mitad del siglo XX deben controlar la energía. Porque la energía no es un bien como cualquier otro, la energía es el principio de todo, de todos los bienes. En el mundo moderno de hoy sin energía no hay nada, sin energía el ejército no sirve para nada, sin energía tu fuerza es humo. Es quizá la misma tesitura en que se encontró Roma quien se vio obligada a combatir con las potencias regionales para mantener su propio poderió regional que finalmente se tornó en global. Delenda est Cartago.

Pero hoy los EEUU no son la Roma del ayer. Hoy son varias las naciones que tienen la capacidad de inflingir un daño terrible e inimaginable a la nación que les amenace. Son varios quienes compiten por cada litro de crudo. La suerte de la historia ha querido que las últimas reservas importantes de crudo caigan bien lejos del gigante americano. EEUU podría plantearse un decrecimiento controlado y asumir que perderá pronto su condición de superpotencia única. Esa sería la solución pacífica del problema pero no será esa la que cojan, ¿me equivoco? EEUU puede escoger la vía de la confrontación, evolucionar hacia un régimen tiránico como los últimos años de la República, solo que esta vez la ligera diferencia es que podrían ser los últimos años de la civilización.

Atentos todos al dato, para el 2010 se calcula que se llegará al pico máximo de extracción de crudo. Cuando eso llegue y con el contexto del calentamiento global y la pobreza crecientes la crísis llegará. Quizá llegue un día en que este blog tenga que cerrarse no porque yo mismo no tenga más ideas para escribir sino porque no haya luz para mantener ya no mi ordenador encendido si no a toda la red en funcionamiento. Puede que ya estemos camino al apocalipsis.

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