martes, marzo 21, 2006

La nueva Roma


EEUU que tras la segunda guerra mundial se vio emergiendo como poder absoluto decidió mantener su recién adquirido imperio poniendo bases por todo el globo en la amenaza ilusoria que fue la Guerra Fría, verdadera excusa para que militaristas de ambos bandos escalaran armamentísticamente llegando a poner al mundo al borde de una guerra nuclear. Actualmente existen numerosas similitudes con el proceso que convirtió a Roma en Imperio y el que amenaza con convertir, si de hecho no lo ha hecho ya, a EEUU en un imperio mundial. La historia nos puede enseñar mucho y una mirada atrás siempre es oportuna.

Como Roma, EEUU se liberó del sometimiento extranjero para convertirse en un poder más o menos democrático que renunció a una autoridad absoluta. Roma derrotó a los etruscos, EEUU a los británicos.

Como Roma, EEUU se expandió en su entorno más cercano. Roma derrotó a los lacios, a los samnitas y a la Magna Grecia para constituir una unidad territorial y cultural que serían los pueblos latinos. EEUU no cejó de guerrear con las tribus indias hasta constituir una sola unidad de pueblo americano desde la costa este hasta la oeste. (Apréciese la sustancial diferencia en este punto. Si Roma sometió a los pueblos de Italia para finalmente asimilarlos pasando a formar parte de su misma sociedad enriqueciendo así el poder de Roma los EEUU se nutrieron no de los nativos sino de los inmigrantes del viejo mundo. A los indios no les estaba reservada ni siquiera la esclavitud, solo el exterminio).

Como Roma, EEUU nace de la violencia y con una cultura arraigada en la violencia y el poder de las armas. Los romanos mostraron a los pueblos conquistados y a quienes pudieran desafiarles que eran tipos duros y como buenos romanos sus espectáculos eran duros y sangrientos, ensalzando siempre los valores romanos. No están a mucha distancia los deportes americanos con sus competiciones en que la fuerza bruta y el juego sucio son lo más importante: Nascar, NHFL, Fútbol americano... o el 90% de productos que vienen de Hollywood mostrando siempre a una América victoriosa y orgullosa bendecida por su diós. God save América.

Como Roma, EEUU se nutrió de valores modernos de la vieja Europa adoptando el modelo francés primero para luego aliarse finalmente en una especie de entente cordiale permanente con sus antiguos gobernantes, los ingleses. Roma se inspiró así mismo en la Grecia clásica, dominadora antaño de las rutas comerciales, así como de su cultura milenaria infinitamente más sabia que la suya. Pero mientras Grecia misma se castigaba en guerras intestinas que la desangraban el nuevo poder regional se hacía con su control sin que estos se diesen cuenta del mismo modo que ocurrió con la Europa de la primera mitad del siglo XX.

Como Roma, EEUU se fue encontrando con un imperio no buscado que poco a poco le fue situando en el centro de la escena internacional.

Como Roma, EEUU venció a su más poderoso enemigo que taponaba su expansión comercial y territorial. En el caso de Roma fue Cartago, en el de los EEUU la URSS.

Como Roma, EEUU tras derrotar a su enemigo mortal tiene que buscar nuevos objetivos con los que mantener alimentada a la formidable maquinaria bélica creada. Algo cambió en Roma cuando una enorme ambición de poder lanza a César contra la Galia quien simplemente buscó un pretexto para declarar la guerra a todo un pueblo. Así mismo algo cambió en los EEUU aquel día en el que sus tropas se internaron en las milenarias tierras de Mesopotamia en busca de nuevos recursos energéticos. Para Roma la Galia iba a reportar esclavos, para EEUU Irak reportaría petróleo, en cualquier caso, energía.

Como Roma, EEUU goza de un poderío militar convencional sin parangón. No parece pues haber nadie capaz de oponérsele.

Pero Roma no se libró de su cáncer que la minó políticamente obligándola a reconvertirse en un sistema de gobierno absoluto muchas fueron las causas. Pero, sin duda la fundamental fue el crecimiento brutal de su ejército. Roma creó un monstruo y nadie podría ya gobernar a partir de César sin tener a la bestia bien domada. Pero ello no impidió que Roma prosperara y se expandiera más allá de toda previsión. Mas al contrario siguió floreciendo. ¿Quien manda en EEUU? Eisenhower ya advirtió del creciente peligro que suponía el descontrolado crecimiento del complejo industrial-militar. Puede que ya no haya marcha atrás y la bestia pronto mate a su creador si no lo ha matado ya. (Recuerden a Kennedy)

Pero hay una diferencia fundamental. Roma fue superior convencionalmente a cualquier oponente de la época aunque también se ganó cada vez más enemigos. Pero estos jamás soñaron con tener las armas de que disponen hoy los enemigos de la nueva Roma. Porque la superioridad convencional se difumina cuando hablamos desde la óptica de un mundo nuclear. Las superioridades pasan a ser relativas, es un mundo en el que el pequeño puede aplastar al grande, es un mundo en el que pueden pasar cosas extrañas. Todo puede acabar en un instante, los sueños de dominio de la nueva Roma pueden fácilmente dejar paso a un mundo de pesadilla. Solo el tiempo dirá.

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